jueves, 14 de mayo de 2015

Farolito...





Cada uno de nosotros tiene un  ilimitado número de opciones en cada momento y situación que se nos presenta. Somos los faros que orientan nuestro propio camino. Podemos ser un resplandeciente farol que ilumina nuestro derredor, guiándonos por donde debemos continuar. Pero a veces las adversidades que encontramos a nuestro paso, opacan esa luz , y la herrumbre del dolor, la desilusión, el desamor, la soledad, a veces nos corroe,  la llama se extingue, entonces,  nos convertimos en un triste farol sin nada que decir  con  solo unas viejas historias que contar…y nos hacemos rumiantes del dolor, fanáticos de la tristeza, y olvidamos que la llama más grande, el haz más intenso, surgen de una pequeña chispa en un instante. Sé la lámpara que ilumina, el farol que guía, el haz que aclara o la chispa que encienda, pero no permitas que se extinga tu luz

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