jueves, 14 de mayo de 2015

Farolito...





Cada uno de nosotros tiene un  ilimitado número de opciones en cada momento y situación que se nos presenta. Somos los faros que orientan nuestro propio camino. Podemos ser un resplandeciente farol que ilumina nuestro derredor, guiándonos por donde debemos continuar. Pero a veces las adversidades que encontramos a nuestro paso, opacan esa luz , y la herrumbre del dolor, la desilusión, el desamor, la soledad, a veces nos corroe,  la llama se extingue, entonces,  nos convertimos en un triste farol sin nada que decir  con  solo unas viejas historias que contar…y nos hacemos rumiantes del dolor, fanáticos de la tristeza, y olvidamos que la llama más grande, el haz más intenso, surgen de una pequeña chispa en un instante. Sé la lámpara que ilumina, el farol que guía, el haz que aclara o la chispa que encienda, pero no permitas que se extinga tu luz

martes, 12 de mayo de 2015

El tiempo, indetenible e implacable…



 


Los días pasan sin que apenas podamos cumplir la agenda  propuesta y mucho menos poner al día lo pendiente. Las memorias se diluyen en las horas y perdemos la noción . ¿Hace cuánto tiempo sucedió?  ¿Días?  ¿Meses? ¿Años?

La verdad ya no soy consciente de hace cuánto tiempo llegaste, y mucho menos cuando te fuiste.

Tu llegada fue abrupta, impetuosa, como un golpe de viento fresco de repente, furtivo, pero suave, tenue, imperecedero. Entraste despacio a mi vida, pero de manera contundente, fuerte, atrevido,  cauto. Cada mirada, cada sonrisa, cada una de las incontables horas de charlas sin fin en cualquier parque o acera, ese primer beso, un poco robado, un tanto tímido, pero definitivamente indeleble, como marca de acero grabada a fuego.

Ese día de primavera quedaron para siempre encadenadas estas almas, que se acariciaban, se deleitaban con solo mirarse, en la que cada encuentro era fiesta que rebozaba el alma y las ganas, en que cada roce, cada beso, cada aliento compartido era sublime, se complementaron y se amaron con la piel, con los sueños, con los besos y las ideas.

Ha pasado el tiempo y ni siquiera sé si fue ayer ese amor o aun existe. El tiempo pasa tan aprisa, ya no soy consciente de las horas, pero sí de tu ausencia, de la gélida distancia en la que estas… no estoy segura cuando ocurrió, ¿Ayer? ¿hace meses? ¿años? El tiempo transita sin remedio, sin que podamos detenerlo ni dar marcha atrás, y la vida que construimos, que soñamos, que tantas veces conversamos se ha marchado con él … maldito calendario que va acumulando más días de estar sin ti… que temible realidad de ver trascurrir el tiempo y crecer cada día la distancia entre los dos…

domingo, 10 de mayo de 2015

Letras del ayer






 
Revisando escritos del  ayer, de manera objetiva, encontró señales que nunca  vió y que pululaban sobre ella, como abejas sobre el néctar de la flor. Y se dio cuenta que lo había perdido mucho antes de que terminara, y que la ausencia y la distancia levantaron un iceberg mayor que el que hizo colapsar al Titanic, que por más llamas que encendiera,  aunque le echara gasolina, no iba  a calentar, porque el frio, era un miedo ancestral que congela hasta los huesos, que el motivo nada tenía que ver con lo que  ella era, sino con la historia que había detrás de él, y que hace, que hasta el alma más valiente temiera (y él no era valiente), no para la clase de valentía que significa separar las realidades y darle a cada una su justo valor y el lugar que corresponde. Siempre tuvo que pagar los platos que no rompió, el por su historia, ella por él. Y aun así creyó en el amor, en las palabras, en las vivencias, y ella  lo amó más que a su propia cordura, y su amor  le devolvió a él la fe, la estima, el valor y pudo hacer lo que nunca hizo, entonces, a partir de ella, creyó en él cómo no lo había hecho  y despertó, abrió los ojos y se atrevió a coquetear consigo mismo y con la libertad, que siempre quiso, pero nunca supo cómo lograr o afrontar. Y entonces ya,  con su fuerza, su seguridad y estima,  más no con ella, alzo el vuelo…