miércoles, 22 de julio de 2015

Extendida



Extendida… en busca de la luz que llena de energía, de esperanza, de calor. Cuantas veces intentamos salir de nosotros mismos y extender un puente hacia otro lugar, otra persona, otra vida…
Cuántos sueños hemos dejado pasar por no atrevernos a luchar por lo que deseamos, tantas oportunidades se han escapado porque somos los peores verdugos y los más duros jueces que se puede tener. Cuántos amores se han diluido en el tiempo por no llegar a tiempo al encuentro del ser amado.
Cada vez con más frecuencia nos tropezamos con gente que muere de soledad estando rodeados de personas, áridas de calor, ávidas de contacto, siempre alertas, esperando, buscando la señal de acercamiento que, a veces nunca llega, porque no acaban de comprender que con su actitud las aleja cada vez más.
 Extender las manos, la mirada, los gestos, la palabra, los abrazos, la caricia, el toque, el saludo, solo atrevernos por un momento a ser y hacer lo que el corazón anhela. La mejor luz que nos guía cuando todo parece sumido en la oscuridad, es el reflejo de nuestra alma y el latido del corazón…

Lo esencial es atreverse y luchar por la propia utopía, por más absurda e insensata que parezca, es ella el eje que equilibra nuestro ser, es la razón para tener razones, o, mejor aún, la razón para no ser razonable…