martes, 16 de febrero de 2016

En mi camino...



La vida nos dió la dicha
de encontrarnos un día,
conocer la certeza
del amor de una vida,
resumido en un tiempo
que compartimos sin miedo.

Con locuras y besos
con caricias y sueños,
mil miradas en encuentros
de desvelos sin remedio,
de caricias inventadas
de suspiros y deseos.

La certeza de saber
que a pesar de la distancia
el corazón te siente
aunque el cuerpo te extraña,
de desear las caricias
de una entrega imaginaria.

De una existencia compartida
en unas pocas temporadas
que ha sido toda una vida,
de amores y de esperanzas,
de pasiones no descritas
y añoranzas encontradas.

Gracias doy a la vida
por dejarme conocer
tantas emociones buenas
concentradas en tu ser,
que llegaron al encuentro
de estas vidas sin saber.

Que distancia no es lejanía
presencia no es sólo tocar,
amar aún sin compañía
pasión sin siquiera probar,
deseos de estar contigo

aún sabiendo que va a terminar.