Bienvenido a mis sueños…
¡Cómo pasa el tiempo! ¡Cómo cambia la vida, las circunstancias, el corazón.
Cómo un deseo
se convierte en vacío y una esperanza muere de inanición.
Cómo el amor se
esconde en el silencio para que no lo
alcance el olvido.
Cómo sin darnos cuenta se diluyen recuerdos,
agonizan sentimientos y se resecan emociones.
Cómo de golpe te encaras con lo que no esperabas
y te quedas con el alma encandilada.
Ayer entraste despacito en mis sueños, la noche
de mis ojos descanso en el bosque de tu mirada. Ese encuentro fue la causalidad
que aguardaba materializarse. Me miraste fijamente y dijiste lo que mi pecho
callaba sin atreverse a expresar: si sentía la magia, esa conexión que al vernos,
estremecía.
Porque el contacto fue una conexión misteriosa de anhelos en la
mirada, de ideas que se acarician y comparten, de atracción inexplicable, de
magia incomprensible, de dulzura inexorable. Fue breve, fugaz, sin embargo,
contundente, enigmático, sempiterno …
Y entonces, sin avisar, como el suave roce de un
ala de mariposa, tus labios y los míos se fundieron en un beso, las miradas se
cerraron en un ensueño y una tormenta intensa de electricidad y magia inundo el
ambiente.
Y apareció entonces un temor inexplicable, tener la certeza de una vez iniciado no poder detener ese roce. Entonces se
separan los labios, se detiene la respiración, se acarician insistentes las almas,las emociones y las ideas y tu presencia en mi sueños desaparece al llegar la alborada.
Y queda en los labios la sed, en la piel el
ansia de sentirte...
Esta noche duermo temprano... Te espero de nuevo en mis sueños, no faltes...