Hoy quiero compartir un poema que ha recorrido muchas páginas web, muros
en redes sociales por todas partes, y que ha salido de la pluma de la escritora
dominicana, Martha Rivera Garrido.
Despojándome de la modestia que me caracteriza estas palabras describen muchas de las
cualidades que me identifican, Los defectos, ya los dejaremos para otra
ocasión, donde yo misma me encargare de señalarlos.
Esta hermosa descripción me hace ver reflejada en ella, a muchas grandes
mujeres con las que tengo el privilegio
de compartir el tren de esta vida. Para mí y para cada una de ustedes estas
palabras.
Pero también para aquellos caballeros que han cruzado alguna vez su
camino con alguna de ellas, y que por cobardía, no han sabido quedarse y hacer
que valga el esfuerzo, las alegrías y la vida.
No te enamores
No te enamores de una mujer que lee, de una mujer
que siente demasiado, de una mujer que escribe…
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante,
loca.
No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo
que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.
No te enamores de una mujer que se ríe o llora
haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una
que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora
contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No te enamores de una mujer a la que le interese la
política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias.
Una
a la que le gusten los juegos de fútbol y de pelota y no le guste para nada ver
televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su
cara y de su cuerpo.
No te enamores de una mujer intensa, lúdica y
lúcida e irreverente.
No quieras enamorarte de una mujer así.
Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se
quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMÁS se
regresa.