domingo, 2 de julio de 2017

En Romance Conmigo


              Una de mis actividades predilectas es escribir, expresar ideas, historias, sentimientos, experiencias propias o conocidas o simplemente alguna invención. Reflexionando en ellos me preguntaba, ¿Por qué hace tanto tiempo no tomaba papel y lápiz como solía hacer?? A veces las ideas llegaban y cualquier cosa era buena para plasmarlas, una servilleta, una factura, la esquina de un periódico, lo que sea que apareciera. Y me di cuenta que muchas veces nos desvía el acontecer de la vida de aquellas pequeñas cosas tan fundamentales y tan sencillas que son las que te hacen VIVIR la vida, y no solo pasar por ella.
A veces nos distraemos en otras muchas, nos involucramos de tal manera en la rutina y en las responsabilidades que vamos dejando de lado, poco a poco, lo que somos para cumplir con lo que “debemos ser”. 
Nada ni nadie es tan valioso como para que renuncies a tu esencia y a lo que de manera personal te hace feliz. Ni el trabajo, ni las responsabilidades, ni siquiera algo tan importante como el amor.
Elegir AMAR es compartir esa felicidad, que esa persona sea lo suficientemente madura, inteligente y feliz, para comprender que no eres “media naranja” ni “otra mitad”, que no es “necesario” para ser feliz, pero sí que la felicidad se multiplica y toma nuevos y variados matices al poder compartirla con alguien a quien puedas Amar, Admirar, Respetar, que también sea feliz por sí mismo y que elija el estar juntos como una alternativa para ser más feliz, y no como el objeto de la felicidad.
Que se entienda que el amor crece en la presencia, en los detalles, con los abrazos, las palabras y hasta los silencios. Que una mirada puede expresar todo el amor, la admiración y el respeto que sientes sin necesidad de abrir la boca. 
Que la intimidad no solo nace de la cercanía, también de la complicidad, de la comprensión, de la aceptación, haciendo que incluso las explicaciones no sean necesarias.
Que es fundamental alimentarlo permanentemente porque se puede debilitar y poco a poco marchitarse. Que un gran amor puede diluirse en el tiempo si en lugar de afrontar las situaciones se “dejan” pasar, que la sinceridad y la verdad de frente solo duelen una vez, pero la desidia, la lejanía y la falta de honestidad duelen siempre.
Han pasado muchas personas a lo largo de la vida, he conocido un sin fin de historias, con los más verosímiles casos, he visto con alegría muchos amores de rutina convertirse en verdaderos porque fue cuidado y alimentado, pero también he contemplado con tristeza Amores verdaderos y almas compañeras morir en la distancia por miedo o cobardía, por no retomar esas cosas sencillas y básicas como ser humano, a tener un verdadero romance consigo mismo, a ser un jugador activo y no un simple espectador de la vida.


                                                                                                       Dalul Ordehi


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